Los autores definieron las competencias básicas «como el aprendizaje colectivo de la organización, especialmente cómo coordinar diversas habilidades de producción e integrar múltiples flujos de tecnología».
Ellos escribieron: «Si la competencia central se trata de armonizar corrientes de tecnología, también se trata de la organización del trabajo y la entrega de valor».
El artículo cita a Honda para explicar las competencias básicas, explicando que las competencias centrales de Honda estaban en los motores y los trenes de fuerza, y esas competencias impulsaron su ventaja en los negocios de automóviles, motocicletas, cortadoras de césped y generadores.
Identificar y nutrir las competencias centrales
Prahalad y Hamel escribieron que una competencia central puede identificarse por tres características:
- Proporciona acceso potencial a una amplia variedad de mercados.
- Hacer una contribución significativa a los beneficios percibidos del cliente del producto final.
- Debería ser difícil de imitar para los competidores.
Además, los autores declararon que «la competencia central es la comunicación, la participación y un profundo compromiso para trabajar a través de las fronteras organizacionales. Involucra a muchos niveles de personas y todas las funciones».
Para asegurar el crecimiento y el éxito a largo plazo, una organización debe identificar sus competencias principales y luego invertir en esas áreas, enfocando los recursos en la construcción y el mantenimiento de las habilidades que contribuyen a las competencias.
Una compañía que busca desarrollar sus competencias centrales necesita primero aislar aquellas habilidades que hacen bien o pueden proporcionar una ventaja competitiva, y luego desarrollarlas en puntos fuertes de toda la organización. Necesitan desarrollar esas habilidades y fortalezas de maneras que son únicas de los competidores y en formas que entregan valor identificado a los clientes.
Algunos expertos en gestión afirman que una organización debe externalizar o desinvertir en áreas que están fuera de las competencias centrales, liberando así más recursos para reinvertir en las capacidades básicas.
Para ayudar a mantener sus competencias centrales, una empresa debe usarlas para guiar sus visiones estratégicas, así como sus prioridades de gestión. Una empresa debe enfocarse en comunicar su valor a los empleados, construir una cultura basada en estas capacidades y desplegar tecnología para respaldarlos.