Una promoción es un incentivo en especie o costo que te puede ayudar de múltiples maneras en tu negocio; desde dar a conocer y posicionar tu marca o un producto de lanzamiento, hasta renovar tu stock o ayudarte a cerrar tratos en periodos con pocas transacciones. Aunque pueden existir muchos motivos para ofrecer estos incentivos, aumentar las ventas siempre será uno de los principales.
Es importante determinar primero el objetivo que deseas alcanzar con cada promoción, a fin de elegir la que más se apegue a tu estrategia, los incentivos e implementación que utilizarás, además de los canales de difusión para darla a conocer. Veamos uno por uno cada elemento para entender todo el paquete:
Objetivo
Lo que esperas obtener con la promo: más ventas, reconocimiento de marca, fidelizar a tus clientes, crear una alianza con un socio estratégico o una combinación de varios objetivos. Es lo primero que debes considerar al iniciar una estrategia de promoción.
Incentivo e Implementación
Ese beneficio o extra que vas a ofrecer en tu promoción y cómo lo vas a llevar a la práctica. Puede ser algo tangible (como un producto adicional, una muestra gratuita o un regalo sorpresa) o intangible (como un descuento o pagos diferidos).
Difusión
Esta es la manera en la cual vas a dar a conocer la promoción. Será mediante flyers, una campaña de anuncios de display en buscadores, usarás tus redes sociales o simplemente sorprenderás a tus clientes con un regalo en su próxima compra. El medio, también es el mensaje, no lo olvides,
Tipos de promociones
En base a su precio
El tipo de promoción más popular por su sencillez de implementación. Esta consiste típicamente en reducir el precio al público del producto —por un lapso determinado o de manera permanente— a fin de llamar la atención de posibles compradores, apostarle a la ganancia por volumen o generar tráfico en un periodo determinado para rotar inventario (ventas de temporada).
El precio puede recibir una reducción en porcentaje o una disminución directa de una cantidad determinada . Este tipo de promociones pueden estar ligadas a una temporalidad, como el aniversario de un negocio, una fecha de ventas especiales (Buen Fin, Hot Sale) o a una festividad anual (Navidad, verano).
De acuerdo a la cantidad
Cuando el inventario lo permite o tienes un excedente/remanente de algún producto que necesitas movilizar para renovar stock, esta es una opción atractiva para tu clientela. Aquí no modificas el precio como tal, pero sí ofreces una proporción mayor de producto, ya sea por unidad (“paga 1 y llévate el segundo gratis”), por un aumento de cantidad neta en la presentación/empaque (“llévate 25% más producto al comprar esta nueva presentación”) o simplemente a manera de muestra (“con cualquier compra, llévate una botella de aceite GRATIS”).
La implementación dependerá del tipo de producto y la facilidad que tengas de armar cada “paquete”, debido a que cuando se trata de aumento en la cantidad neta, puede ser requerido un empaque o envasado distinto, lo cual implica un costo (y posible logística) adicional.
Un lanzamiento o fecha especial
En este tipo de promoción, el elemento de atracción está ligado a un periodo corto de tiempo. Esto con el fin de incrementar el sentido de urgencia y fomentar las ventas durante temporalidades específicas, o bien, para generar reconocimiento de marca apoyado en un producto nuevo.
Aquí valen prácticamente todos los tipos de promociones de ventas que mencionaremos en esta lista, ya que el foco está en el periodo o evento destacado durante el cual estará activa la promo, hecho que vuelve más atractiva la oportunidad.
Pagos a plazos
Si hay un tipo de promoción que genera controversia, es justo esta. ¿Pagar a plazos es una promoción? ¡Por supuesto que sí! Diferir en meses sin intereses el monto total de una compra resulta un gran incentivo para aquellas personas que no desean descapitalizarse o simplemente buscan una alternativa más cómoda para pagar un monto elevado.
Como su nombre lo indica, esta promo divide en pagos fijos el precio de un producto o servicio o el total de una compra (que pueden ser semanales, quincenales, mensuales, etc.). Estos pagos pueden tener un cargo adicional por financiamiento (con intereses) o no (sin intereses). El que existan estos cargos adicionales dependerá de la institución financiera con la cual se cubra la transacción y la capacidad del vendedor de absorber la comisión por este extra, a fin de elevar el atractivo de la promoción.
Obsequios y Adicionales
Compras algo y recibes, sin costo, un regalo. Esta fórmula debe haber provocado una gran cantidad de sonrisas (y muy probablemente, también un aumento en la fidelidad de los clientes) por una simple razón: ¿a quién no le gusta recibir algo gratis? Justo esta es la premisa de este tipo de promoción.
Y aunque para el vendedor no es algo ‘gratuito’, se trata de una inversión que sin duda puede generar una reacción positiva en el comprador. No importa que el obsequio sea manifiesto o se trate de una incógnita .
Cupones, puntajes y tarjetas de descuento
Este tipo de promociones buscan extender la relación entre el vendedor y el comprador e incrementar el CLV (Valor de Vida del Cliente) al ofrecerle un beneficio futuro para fomentar su retorno y nuevas compras. Esto se logra mediante elementos canjeables o acumulables que generan algún tipo de recompensa futura para el cliente.