La venta de productos es una de las fuentes de ingresos más importantes para un centro de belleza como el tuyo. A parte de vender tratamientos, bonos y packs, que completen la experiencia de tu cliente en tu centro y te garanticen su recurrencia, deberás apostar por una línea de producto, que mejore y potencie los efectos de los tratamientos recibidos y ofrezca al cliente la posibilidad de continuar cuidándose en casa con productos de cosmética profesional.
Sabemos que, en ocasiones, a tus auxiliares les puede dar reparo intentar venderles productos a los clientes, pero lo cierto es que, ¿por qué temer o pasar apuro con algo que es beneficioso para el cliente?
Ante todo, la clave reside en formar a tu equipo en ventas y ofrecer siempre un discurso, en positivo, que hable de los múltiples beneficios de llevarse a casa uno o varios de tus productos de belleza profesional, acompañado ocasionalmente de un descuento u oferta, para estimularlos.
1. Prepara cestas con un kit de productos para cada tipo de servicio o cliente:
Una manera de estimular su venta es crear 4 o 5 cestas con los productos perfectos, personalizadas para cada servicio o tipo de cliente, y diseñar promociones para aumentar su atractivo. Por ejemplo:
- – Kit de belleza facial: crema reafirmante de día, mascarilla hidratante y sérum de ácido hialurónico.
– Kit de cuidado corporal: loción hidratante con karité, exfoliante corporal y crema nutritiva de manos.
– Kit de mantemiento para manicuras de gel. - – Kit de hidratación capilar: champú, crema y cápsulas de tratamiento intesivo de keratina.
2. Trabaja con un software de gestión, que relacione servicios con productos y recuerde ofrecer un producto a un cliente
Por ejemplo, con flowww, tus profesionales lo tendrán más fácil que nunca para realizar ventas cruzadas a tus clientes, con productos relacionados con el que acaban de hacerse. Con el ticket abierto, podrán ver en el sistema qué productos pueden recomendar a tus clientes. Un ejemplo de ello puede ser el siguiente: imagina que tu cliente acaba de hacerse tu ritual de belleza ‘Piel fresca en Primavera’, compuesto por una ‘limpieza facial profunda + peeling con ácido glicólico + mascarilla hidratante’. Para completar y mejorar los efectos obtenidos con este pack de tratamientos de belleza facial, puedes sugerirle al cliente la compra de una crema hidratante, de un protector solar y de un tónico limpiador.
3. Disponer las estanterías a la altura de los ojos
Se trata de un truco de marketing tradicional, ¡pero funciona de maravilla! Si ponemos a la altura de la vista, los productos que más nos interesa vender, los clientes los verán a la primera, sin tener que buscar. Cuando pasen por delante, estén siendo atendidos o mientras les estés cobrando, tendrán productos de su interés totalmente a la vista. Es por ello, que siempre es interesante distribuir estanterías, estantes y pedestales con productos en distintos puntos de tu centro de belleza (en la cabina, en los puestos, en la barra de uñas, en tu escaparate y en recepción), siempre colocados para que los clientes puedan verlos perfectamente desde su punto de vista en el momento.
4. ¡No confundas a los clientes!
Crea diversos puestos de exposición con productos de la misma línea y preferiblemente, de la misma familia, acompañados por un cartelito, que especifique su nombre, para qué sirve, cuáles son sus beneficios y su precio. Así tus clientes sabrán en todo momento qué están comprando y qué otros productos podrían complementar el que le gusta.
5. ¡Las estanterías bien limpias y ordenadas!
Mantener una absoluta limpieza y orden en las estanterías en las que expones tus productos es primordial. Puedes partir de unas estanterías de madera o de unas baldas, colocadas en las paredes de tu centro, e incluso, contar con vitrinas de cristal para los rincones de tu recepción, pero si lo que quieres es presentar una nueva línea de producto, darle importancia y hacerla destacar sobre las demás, te recomendamos que contactes con tus proveedores y les solicites el expositor oficial.