Podemos decir que un logotipo es el mayor elemento representativo que tiene una marca ya que gracias a este símbolo los clientes son capaces de identificar y diferenciar las marcas dentro de la gran cantidad de empresas que hay en el mercado. 

El logotipo en su definición más teórica es una composición de imágenes y/o letras que representan la imagen de una empresa y sirve como símbolo identificativo de la misma. Sin embargo, el concepto de logotipo va mucho más allá y representa más de una empresa de lo que podemos imaginar.  

Por qué es importante el logotipo en una empresa

Este símbolo forma parte de un área imprescindible de la personalidad de marca: su apariencia, cómo se ve y se reconoce. Es una de las principales características que dan vida y humanizan a una marca. 

Por eso debe transmitir lo más fielmente posible los valores de la empresa y su esencia. Pero, además, el logotipo es un transmisor de información muy potente que es capaz de comunicar a los clientes atributos como calidad, confianza, desenfado, compromiso, innovación, etc. Es una carta de presentación que hará a un negocio diferenciarse del resto y marcará atributos que definen su personalidad.

7 características que debe tener un buen logotipo 

Sencillo 

El logotipo debe identificar y sugerir de mantera sintetizada y gráfica la esencia de la marca. Si es demasiado complejo es posible que se cree ruido visual y se entorpezca la comunicación por un exceso de información. En este sentido, se debe cuidar tanto los gráficos como la tipografía y los colores. Además, cuanto más recargado más difícil será para el consumidor recordar la marca. 

Memorable 

Otra de las características que debe cumplir un logotipo para realizar correctamente su función es la pregnancia, es decir, debe ser capaz de grabarse en la mente de los consumidores de forma visual, debe ser memorable. Es por esto por lo que la originalidad juega un papel fundamental en diseño de un logo.  

Atemporal 

Cuando decimos que un logotipo debe ser atemporal nos referimos a que debe durar en el tiempo. Si cada pocos años tenemos que cambiarlo o rediseñarlo es porque en un principio no se diseñó siguiendo unas razones justificadas y racionales. Este es el motivo por el cual seguir una tendencia no es lo más aconsejable cuando se trata de diseñar un logo. Aunque puedes tener en cuenta las modas siempre y cuando, una vez pasada esa tendencia, tu logotipo siga manteniéndose vigente y actual. Además, un cambio de logotipo o un restyling del mismo debe estar respaldado por una argumentación y no hacerse a la ligera puesto que se corre el riesgo de confundir a la audiencia y que dejen de identificar a la marca. 

Escalable 

Un buen símbolo debe ser los suficientemente versátil para que sea posible adaptarlo y reproducirlo en diferentes soportes y formatos, desde un cartel en una marquesina hasta una tarjeta o bolígrafo. No debe perder legibilidad y tiene que representar la marca en cualquier elemento, por eso es muy importante la elección de elementos y/o tipografía que lo componen. Si al cambiar su tamaño no es reconocible es que algo está mal, ya que su principal función es servir de identificador. 

Representativo 

Aunque no debe estar sobrecargado tampoco tenemos que dejarnos información por el camino, debe representar y transmitir de manera fiel aquellos valores, sentimientos y características de la marca. Captar y comunicar la esencia de la marca a través del símbolo gráfico es crucial para la identidad visual de la empresa. Es la carta de presentación de las marcas. 

Relevante 

Cuando hablamos de relevancia nos referimos al atractivo que tiene el identificador de la marca para el público al que se dirige. Si el logotipo de una marca no llama la atención de su público objetivo no está cumpliendo con una característica básica y fundamental. En el momento de diseñar el que será el símbolo de tu marca debes conocer en profundidad a tu público, el sector en el que vas a competir, los códigos propios de ese sector y las características que suelen asociarse al mismo. 

Original 

Una marca se identifica por el logotipo a través de metáforas gráficas que dan personalidad y transmiten la esencia de la marca. No es una explicación explícita de lo que hace la empresa. Por ello, es de vital importancia que sea original, diferente, emotivo y distintivo.